Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María
25 marzo - Nota informativa
El obispo de Sigüenza-Guadalajara, D. Atilano Rodríguez, acogiendo la iniciativa del papa Francisco de llevar a cabo una oración de consagración de Rusia y de Ucrania al Corazón Inmaculado de María invocando la paz, pide a todos los diocesanos que se unan en oración por esta intención el próximo día 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor.
El obispo propone que en las parroquias y en las diversas comunidades de la diócesis se rece el Santo Rosario o se exponga el Santísimo, que se celebre la Santa Misa, coincidiendo con la Jornada por la Vida, teniendo en cuenta esa intención común: la paz en esas dos naciones y en el resto del mundo.
El propio obispo, en su carta semanal invita “a todos los diocesanos a seguir elevando súplicas al Señor para que cese la violencia de las armas, para que sea respetada la dignidad de cada ser humano y para que todos descubramos la responsabilidad de trabajar por la fraternidad universal”. El prelado celebrará el viernes 25 la eucaristía a las 19,00 h. en la Concatedral de Guadalajara, en el altar de la capilla donde es venerada la imagen de Nuestra Señora de Fátima, pidiendo a la Virgen que “continúe siendo modelo para quienes se dedican al cuidado de la vida de sus semejantes e interceda especialmente por tantas personas inocentes que pierden sus vidas por la falta de escrúpulos de quienes se consideran poderosos y dueños de la existencia de sus semejantes”.
El texto que se propone para el acto de consagración, a la espera del oficial, es la oración pronunciada por san Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro de Roma, cuando consagró a todos los hombres y pueblos al Corazón Inmaculado de María, inspirada en la que él mismo hizo en el santuario de Fátima el 13 de mayo de 1982.
Fuente: Noticias Diócesis de Sigüenza-Guadalajara
Descargar: Texto Consagración

Acoge, oh Madre, nuestra súplica.
Tú, estrella del mar,
no nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra.
Tú, arca de la nueva alianza,
inspira proyectos y caminos de reconciliación.
Tú, “tierra del Cielo”,
vuelve a traer la armonía de Dios al mundo.
Extingue el odio,
aplaca la venganza, enséñanos a perdonar.
Líbranos de la guerra,
preserva al mundo de la amenaza nuclear.
Reina del Rosario,
despierta en nosotros la necesidad de orar y de amar.
Reina de la familia humana,
muestra a los pueblos la senda de la fraternidad.
Reina de la paz,
obtén para el mundo la paz.