San José
Martes, 19 de marzo 2024
estola de color blanca

TIEMPO ORDINARIO

Hay dos épocas en el año litúrgico en las que se celebran aspectos muy peculiares del Misterio de Cristo: Adviento-Navidad y Cuaresma-Pascua.

Más de la mitad del año, 33 semanas que terminan con la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, viene señalado como tiempo ordinario, traducción no muy exacta del latín tempus per amnun, tiempo durante el año. Son dos períodos que van desde Navidad a Cuaresma y desde después de Pentecostés hasta Cristo Rey.

En este tiempo ordinario se evoca el misterio de Cristo en su plenitud y otras realidades y fiestas para que la Iglesia, como madre y maestra, nos vaya adentrando en la variedad de sus misterios, madurando paulatinamente nuestra vida de fe.

Necesitamos vivir en plenitud el misterio de la Iglesia hasta hacerlo totalmente nuestro.

El crecimiento espiritual del alma-Iglesia nos hará vivir lo que la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, fundadora de la Obra de la Iglesia, sintetiza diciendo que hay que vivir la riqueza, la misión y la tragedia de la Iglesia. Tendremos ocasión de abundar en ello.

También en este tiempo ordinario se permite mayor adaptación pastoral admitiendo con facilidad en la liturgia formularios de libre elección, según las diversas exigencias pastorales.

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