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Martes, 23 de abril 2024
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Álbum del año 2009

La Obra de la Iglesia

también realiza actividades apostólicas y misioneras en el mundo

Charla informativa
el próximo domingo día 25 de enero a las 18:00h
en el salón parroquial.



Misiones en Ecuador

Desde 1997 La Obra de la Iglesia, acogiendo la invitación del Obispo de Loja, viene desarrollando una presencia asidua, pastoral, y también humanitaria en dicha Diócesis. De manera familiar y sencilla, se realizan adopciones a distancia, se ayuda a familias, se tienen encuentros espirituales para chicos y chicas jóvenes, matrimonios y niños, se ayuda al Seminario (floreciente en cuanto a número de vocaciones).


Misiones en Ecuador

Misiones en Sudán

Con muchos Obispos del Sur de Sudán que están en contacto asiduo con La Obra de la Iglesia ha nacido una especial solidaridad. Acabada la sangrienta guerra, que ha durado más de 20 años, cuesta mucho volver a la vida cotidiana en Sudán.

Los refugiados se dirigen al Obispo y a la Iglesia pidiendo de todo: medios para sobrevivir, alimentos, cuidados y apoyo de todo tipo.

Las parroquias de La Obra de la Iglesia han mandado ya tres vuelos humanitarios en colaboración con la Aeronáutica Militar Italiana, con un total de 30 toneladas de material. La cuantía global de la ayuda gira alrededor de los 180.000 €.

Han sido realizados proyectos para construir escuelas de enseñanza primaria, molinos para favorecer la integración escolar de las niñas, becas (más de un centenar) a nivel profesional y universitario, adopciones a distancia de niños, huérfanos y no huérfanos, asistencia sanitaria, etc...; todo eso ha hecho crecer una admirable solidaridad entre los fieles con los necesitados.

Todos los proyectos son seguidos en su ejecución hasta su conclusión, con gastos de gestión reducida (256 € en tres años: ¡ni siquiera el 0,15%!).

Misiones en Sudán


Tanto la diócesis como la parroquia y las instituciones religiosas, tienen que promover la repartición, lo más adaptadamente posible, de bienes espirituales y materiales, según las necesidades colectivas y particulares de sus miembros.

Procurando así hacer felices a todos, llenándolos de la abundancia espiritual y material de la Casa del Padre Celestial, y llevándolos al contacto íntimo con Dios y de unos con otros, que no se conseguirá más que en una unidad de caridad en repartición justa de bienes espirituales y materiales:

«El que tuviere bienes de este mundo y, viwndo a su hermano pasar necesidad, le cierra las entrañas, ¿Cómo podrá morar en él la caridad de Dios? Hijitos, no amemos de palabra, ni de lengua, sino de obra y de verdad» Jn3, 17-18

Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia

Ver escrito completo: Opúsculo nº 15

Colección: Luz en la noche. El misterio de la fe dado en sabiduría amorosa



Los bienes, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo.

PP Benedicto XVI -mensaje para la Cuaresma, 2008
Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, por vosotros se hizo pobre (2Cor 8,9)

PP. Benedicto XVI. 2008


Benedicto XVI dice que la caridad se hace "en secreto" y sin "alardear"

Actualizado 29-01-2008 13:53 CET

Ciudad del Vaticano.- La ayuda a los necesitados "tiene que hacerse en secreto" y no se puede convertir en una manera de "llamar la atención", señaló el papa Benedicto XVI en su mensaje para la Cuaresma, publicado hoy por el Vaticano y que está dedicado a la práctica de la limosna.

El papa Benedicto XVI bendice a los fieles congregados en la Plaza San Pedro desde la ventana de su apartamento en el Vaticano durante el rezo del Angelus, el pasado domingo, 27 de enero

"Dar limosna tiene que ser un secreto y no hay que alardear de las buenas acciones propias", escribe el Papa, que añade que la caridad no debe ser "una manera de llamar la atención".

Advierte que "en la sociedad moderna de la imagen hay que estar muy atentos", ya que la tentación de dar caridad para aparentar "se plantea continuamente".

Benedicto XVI agrega que "si al cumplir una buena acción no tenemos como finalidad la gloria de Dios y el verdadero bien de nuestros hermanos, sino que más bien aspiramos a satisfacer un interés personal o simplemente a obtener la aprobación de los demás, nos situamos fuera de la óptica evangélica".

Para el Pontífice, "la limosna evangélica no es simple filantropía sino más bien una expresión concreta de la caridad".

Y como ejemplo cita a las "tantas personas que en el silencio, lejos de los reflectores de la sociedad mediática, llevan a cabo con este espíritu acciones generosas de apoyo al prójimo necesitado".

Durante la rueda de prensa de presentación del mensaje papal, el cardenal Josej Cordes, presidente del Pontificio "Consejo Cor Unum", que se encarga de la caridad en el Vaticano, explicó que no se trata de criticar a aquellas personalidades que prestan su trabajo o imagen para hacer caridad.

El mensaje del Papa invita a reflexionar sobre la importancia y el valor de "hacer la caridad en secreto", explicó el cardenal Cordes.

En su mensaje, el Pontífice subraya también que "socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad".

Benedicto XVI recuerda que "practicar la limosna representa una manera concreta de ayudar a los necesitados" y, al mismo tiempo, es "un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales".

"La limosna nos ayuda a vencer esta constante tentación, educándonos para socorrer al prójimo en sus necesidades y para compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina", añade.

El Papa recuerda a los católicos que las enseñanzas evangélicas dicen que no son propietarios de los bienes que poseen, "sino sólo administradores".

"Por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo", agrega.

Joseph Ratzinger señala también que "en el Evangelio es clara la amonestación de Jesús hacia los que poseen las riquezas terrenas y las utilizan para sí mismos".

Además, "la limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos".

El Papa recuerda que durante la Cuaresma, tiempo que precede a la Semana Santa, se practica la limosna y que "el cristiano, cuando gratuitamente se ofrece a sí mismo, da testimonio de que no es la riqueza material la que dicta las leyes de la existencia, sino el amor".

Benedicto XVI insiste en que no es importante la cantidad que se da para ayudar a los más necesitados porque "lo que da valor a la limosna es el amor, que inspira formas distintas de don, según las posibilidades y las condiciones de cada uno".

Álbum del año 2009

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